La infección por el VIH es la epidemia más importante del mundo y representa uno de los más graves problemas de salud pública, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El acceso al tratamiento con antirretrovirales sólo llega al 30% de los más de 10 millones de pacientes que lo necesitan. El número total de personas infectadas sobrepasa los 30 millones y hay cerca de 3 millones de nuevas infecciones por año. La principal esperanza para reducir la incidencia del SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es una vacuna preventiva.
Aunque el descenso no es suficiente, la primera vacuna terapéutica, diseñada a partir de células dendríticas de los propios pacientes en el Hospital Clínic de Barcelona-IDIBAPS, ha logrado una respuesta significativa en la mayoría de los pacientes. El objetivo de este tipo de vacunas es facilitar el tratamiento a los pacientes y minimizar los tratamientos antirretrovirales que, al ser caros y para toda la vida, suponen un gran gasto económico.
El estudio abre una nueva vía en la investigación de futuras alternativas terapéuticas para controlar el virus de inmunodeficiencia Humana (VIH) y la propia enfermedad del sida. Por primera vez se demuestra que la producción de las moléculas α-defensinas 1-3 por las células dendríticas retrasa la progresión de la infección. Cerca un 5% de pacientes son capaces de controlar de manera natural la infección sin terapia antiretroviral.
Un trabajo llevado a cabo en EEUU consigue introducir en células musculares de macacos el ADN necesario para producir una molécula tipo anticuerpo eficaz contra el VIS, el virus del sida de los simios. La estrategia consiste en inyectar un adenovirus que introduce la secuencia de ADN necesaria en el núcleo de las células musculares de los macacos. La investigadora Eloísa Yuste es una de las firmantes del trabajo, y actualmente trabaja en el equipo IDIBAPS – Hospital Clínic que lidera el Dr. Josep Maria Gatell, co-director del HIVACAT(*).