Afecciones como las úlceras, quemaduras o complicaciones quirúrgicas pueden provocar lesiones difíciles de cicatrizar y con un alto peligro de infección. El dispositivo diseñado por ingenieros del Instituto Tecnológico de California es inalámbrico, adherible y permite monitorizar en tiempo real el estado metabólico e inflamatorio de las heridas.
Científicos franceses del Instituto Neel han fabricado un apósito con grafeno que permite registrar en todo momento el estado de heridas crónicas, como las úlceras que padecen las personas mayores o con diabetes. Los datos se pueden enviar desde casa al hospital a través del móvil, lo que facilita una respuesta rápida ante posibles infecciones.
Investigadores australianos y de la Universidad Rovira i Virgili han creado un sensor óptico para detectar un biomarcador, llamado TNF-α, cuya sobreproducción se asocia con la inflamación y la destrucción de tejido en diversos tipos de úlceras, como las de los pies y las piernas.
Gracias al descubrimiento de las propiedades del moco pegajoso de la babosa Arion subfuscus, un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard ha creado un adhesivo superresistente y a la vez flexible que puede ser aplicado en tejidos biológicos. Su capacidad de adhesión, incluso en superficies húmedas, permite cerrar heridas tras la cirugía.