El uso masivo del glifosato, creado por la empresa Monsanto/Bayer, no ha dejado de confrontar desde los años 90 a países, científicos y autoridades medioambientales y sanitarias. Las recientes acusaciones de plagio al mayor informe científico que autorizaba su uso en Europa han avivado las tensiones. ¿Por qué no hay una postura unitaria frente al herbicida más utilizado del mundo?
Investigadoras de la Universidad de Córdoba han conseguido mitigar el estrés oxidativo provocado por el famoso plaguicida DDT en ratones mediante una dieta enriquecida en selenio. Los expertos están actualmente estudiando la capacidad protectora y regeneradora de otros compuestos, como, por ejemplo, el mosto de la uva Pedro Jiménez.
En los campos de olivar y de cítricos en España se utiliza frecuentemente un herbicida llamado glifosato contra las malas hierbas, pero algunas de estas resisten a sus efectos. Ahora, un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba ha descubierto la razón por la que un tipo de maleza, Lolium rigidum, sobrevive tras el uso del pesticida cuando debería de ser eliminado.
Por primera vez en 30 años se ha clasificado como carcinógeno humano un plaguicida: el lindano, que ya estaba prohibido por ser dañino para la salud humana y el medio ambiente. Esta investigación encargada por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, que también ha evaluado al DDT y el herbicida 2,4-D, ha sido coordinada desde el Centre de Recerca en Epidemiologia Ambiental, en Barcelona.
Un estudio internacional liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha desarrollado un sistema que detecta el crecimiento de malas hierbas en cultivos extensivos mediante vehículos aéreos no tripulados.