Los pacientes que adquieren hepatitis C y logran suprimir el virus sin tratamiento podrían tener un mayor riesgo de desarrollar trastornos hepáticos y otros problemas de salud en el futuro. Así apunta una investigación liderada por el Centro Nacional de Microbiología.
Un equipo internacional liderado por un investigador español ha desarrollado una tecnología basada en transistores de grafeno que detecta las proteínas clave del virus que provoca la hepatitis C, una enfermedad que afecta a alrededor de 100 millones de personas en el mundo.
El Premio Nobel de Medicina 2020 ha recaído en los descubridores del virus de la hepatitis C. El jefe de grupo del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) en el Hospital Universitario La Paz de Madrid, explica que en nuestro país se espera su erradicación en apenas cinco años.
En el mundo hay 71 millones de personas con infección crónica por el virus de la hepatitis C, según la Organización Mundial de la Salud. Hoy, Harvey J. Alter, Michael Houghton y Charles M. Rice, han obtenido el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2020 por su descubrimiento.
Investigadores españoles constatan el impacto positivo de la extensión de los tratamientos antivirales de acción directa frente a la hepatitis C. Su estudio muestra cómo la tasa de curación supera ampliamente a la de nuevos casos. La curación de la infección mejora la calidad de vida de los pacientes, minimizando el dolor, la ansiedad y la depresión.
A falta de cifras oficiales, más de 250.000 personas tienen hepatitis C en España. Esta enfermedad infecciosa afecta sobre todo al hígado y no presenta síntomas en las primeras fases del contagio. Las pruebas de diagnóstico son muy sencillas pero no llegan a todo el mundo. Esta es una de las reivindicaciones del doctor Ramón Planas, jefe del servicio de digestivo del Hospital Germans Trias i Pujol de Barcelona, quien lleva años dedicándose a mejorar la vida de los pacientes.
Científicos españoles han observado las alteraciones provocadas por el virus de la hepatitis C en el retículo endoplasmático y las mitocondrias de células infectadas. Estas malformaciones se recuperan tras el tratamiento con los fármacos antivirales más comúnmente utilizados para curar la hepatitis.
La sífilis y la hepatitis C son enfermedades que pueden coexistir en pacientes infectados con VIH y dificultar el tratamiento. Agustín Muñoz Sanz, profesor titular de la Universidad de Extremadura y Jefe del Servicio de Patología Infecciosa del Hospital Universitario Infanta Cristina de Badajoz, explica el reto de tratar a los pacientes que han contraído varias enfermedades por vía sexual.
Científicos españoles han diseñado un sistema que permite clasificar los diferentes subtipos del virus de la hepatitis C, determinar su variabilidad e identificar si hay infecciones mixtas y mutaciones de resistencia. El equipo está trabajando en la automatización de esta tecnología con el fin de poder dar resultados en menos de siete días.