Un equipo internacional de investigadores ha analizado restos fósiles de ADN humano para realizar un seguimiento del posible origen del virus de la hepatitis B. Los hallazgos desvelan que su propagación geográfica y evolución están estrechamente relacionadas con la dinámica de la población humana y las migraciones. Los expertos han observado además que una cepa prehistórica ha resurgido en la actualidad.
El estudio de los fósiles de tres esclavos africanos, encontrados en México, revela no solo la dureza de su vida durante los primeros tiempos de la colonización española, sino también cómo la trata transatlántica supuso la entrada de enfermedades en América. El análisis ha permitido encontrar, por ejemplo, la evidencia más temprana del pian, una patología infecciosa crónica desfigurante, en el continente americano.