Investigadores del CNIO han descrito cómo las proteínas AP-1 regulan la acumulación de grasas en el hígado, característica de la enfermedad del hígado graso. La manipulación farmacológica de estas proteínas podría servir para el tratamiento de esta enfermedad en humanos.
El desarrollo ocular y cerebral mejora al añadir niveles adecuados del ácido graso omega 3 DHA y el ácido graso omega 6 AA