Por cada tonelada de biodiésel se producen 100 kg de glicerina, un compuesto con pocos usos directos. Químicos de la Universidad de Córdoba informan ahora de un proceso para reutilizarla con la ayuda de un catalizador de fosfato de aluminio y una reacción de eterificación.
Investigadores de la Universidad de Jaén y del Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla han reutilizado los desechos de glicerina que se generan durante la producción de biodiésel para mejorar los compuestos cerámicos usados en la construcción. La adición de glicerina a la arcilla con la que se fabrican los ladrillos aporta propiedades aislantes, sobre todo térmicas, gracias a la porosidad que incorpora a esta material.
Investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia y del CSIC han diseñado un catalizador que es capaz de acelerar la producción de hidrógeno puro a partir de la glicerina, un subproducto del biodiesel. De esta manera se evita recurrir al petróleo y al gas natural como fuente del hidrógeno, una sustancia con grandes expectativas energéticas.
Un grupo de investigación de la Universidad de Cádiz trabaja en la búsqueda de las condiciones óptimas para llevar a cabo la biotransformación de glicerina en etanol, lo que consideran una alternativa viable al biodiesel. También quieren obtener una cepa super-productora de etanol e hidrógeno.
Investigadores del Grupo de Tecnología de Procesos Químicos y Bioquímicos de la Universidad de Valladolid y del Laboratorio de la planta de biodiésel de ACOR en Olmedo trabajan conjuntamente en la valorización de uno de los subproductos que se obtienen del proceso del biodiésel, la glicerina, un alcohol que es la base de muchos compuestos farmacéuticos. Como explica a DiCYT María Teresa García Cubero, una de las investigadoras del grupo, “por cada cien kilogramos de biodiésel se producen unos diez de glicerina”, una cantidad importante que la industria farmacéutica no puede asumir.
Investigadores del grupo de investigación de Síntesis Orgánica, en la Universidad Jaume I de Castellón, han desarrollado en colaboración con una empresa industrial un método de síntesis para trasformar la glicerina en carbonato de glicerol. Este compuesto tiene aplicaciones en industrias plásticas y de cosméticos.
Un grupo de investigadores de de la Universidad de Córdoba ha explorado la posibilidad de obtener biodiesel mediante catálisis heterogénea, biocatálisis y otras posibles rutas, e identificar los principales cambios tecnológicos para su desarrollo. Su principal logro, ya patentado, ha sido obtener biodiésel de segunda geenración a partir de enzimas pancreáticas del cerdo. Su trabajo forma parte del proyecto europeo SUSTOIL.