La reducción del brillo de la estrella Betelgeuse que se observó, incluso a simple vista, a principios de este año se debió probablemente a una inmensa cantidad de material caliente que expulsó al espacio, según ha detectado el telescopio espacial Hubble. Ese material acabó formando una gran nube de polvo que ha bloqueado durante varios meses la luz de esta supergigante roja.
Una estrella gigante ha crecido tanto que ha envuelto a otra vecina, pero esta, a su vez, se dirigía hacia ella en espiral y ha hecho que perdiera sus capas externas. El resultado de este enfrentamiento estelar es una peculiar nube gaseosa roja, verde y azul, observada desde Chile con el telescopio ALMA.