Investigadores del instituto ICMAB y la Universidad Autónoma de Barcelona han analizado la respuesta térmica del germanio, un material semiconductor, bajo los efectos de un láser; y en contra de lo que se creía hasta ahora, el calor no se ha disipado por difusión, sino que se ha propagado a través de ondas térmicas por el material. El descubrimiento podría ayudar a mejorar el rendimiento de los dispositivos electrónicos.
Quédense con este nombre: desintegración doble beta sin neutrinos. Físicos de todo el mundo tratan de descubrirla, y si la encuentran, además de llevarse el Premio Nobel, podrían explicar por qué en nuestro universo ha triunfado la materia frente a la antimateria. Ahora científicos del experimento GERDA acaban de actualizarlo para afinar la búsqueda de esta desintegración con una sensibilidad sin precedentes.
Investigadores de varios centros europeos, entre los que figura la Universidad de Vigo, han construído el primer semiconductor de germanio y estaño para los chips de silicio, los habituales en electrónica. Se trata de un nuevo láser, que además de en el campo de las telecomunicaciones, se podría aplicar en la fabricación de sensores ambientales y biomédicos.