Un estudio liderado por la Universidad del País Vasco ofrece nuevas perspectivas sobre las diferentes prácticas mortuorias de los humanos del Neolítico en Europa Occidental. Los investigadores plantean que las clases inferiores eran enterradas en cuevas. En cambio, para los individuos de mayor rango se reservaban fosas monumentales, cuya construcción implicaba una considerable inversión de mano de obra.
Investigadores valencianos realizan la primera descripción a nivel mundial de toxoplasmosis en una fosa en cautividad, un animal en peligro de extinción. La investigación, publicada por la revista Veterinary Parasitology, ha sido realizada por la Universidad CEU Cardenal Herrera y el Bioparc Valencia, en colaboración con la Universidad de Davis (California) y la Universidad Complutense de Madrid.