Este modelo, instaurado por la empresa de Zuckerberg hace unos meses, se denomina “pagar o aceptar”. Obliga a los usuarios a elegir entre abonar una suscripción anual de más de 250 euros para garantizar su privacidad o consentir el seguimiento de sus datos para publicidad personalizada, advierten las ONG de protección de datos.
Además de espacios de comunicación, desinformación y controversias, las redes sociales se han convertido con los años en gigantes cementerios donde millones de usuarios se cruzan con cada vez más cuentas de fallecidos. Una nueva corriente de filósofos, sociólogos y antropólogos exploran este complejo fenómeno.
Cuando parecía que la desigualdad digital entre ricos y pobres podría reducirse, aparece una nueva brecha: la de uso. Un estudio, basado en datos agregados anónimos de móviles, muestra que en las zonas ricas tienden a informarse a través de medios tradicionales online, en tanto que en las de menos recursos recurren más a redes como Facebook y plataformas como YouTube, conocidas por propagar desinformación y bulos.
Detrás del boom por esta nueva internet en 3D, repleta de experiencias, se esconden años de desarrollo de gafas de realidad virtual y el software abierto, sin olvidar la tecnología 5G, las criptomonedas e incluso los efectos de la pandemia. Nos lo cuenta uno de los directores creativos que ha colaborado con Meta en la organización de conciertos virtuales.
Un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad Tecnológica de Graz, en Austria, pone de relieve los problemas de privacidad que conlleva el nanotargeting.
La empresa de Mark Zuckerberg no pasa por su mejor momento. Proyecta una imagen poco ética, salpicada por escándalos como fallos de seguridad, invasión de la intimidad de sus usuarios y sesgos políticos. Así que el CEO de la famosa red social, y dueño también de WhatsApp e Instagram, ha decidido dar un giro al negocio. Ha anunciado que su firma pasará a llamarse Meta para reflejar su nueva estrategia, centrada en un mundo virtual llamado metaverso.
La controvertida empresa de Mark Zuckenberg, envuelta últimamente en múltiples escándalos y criticismo, quiere llamarse ahora de otra manera. Entre sus principales objetivos, figura el desarrollo de un universo virtual denominado metaverso, donde los usuarios se moverán con sus avatares personalizados, vestirán con ropa digital y acudirán a eventos como conciertos.
Varios gigantes tecnológicos están en la carrera por conseguir la decodificación de la actividad cerebral para pasarla a texto escrito. Esto supone no solo un avance muy importante para optimizar la calidad de vida de personas con diversas enfermedades motoras, sino también potenciales riesgos para nuestra privacidad.
Los movimientos contra la vacunación en Facebook son más influyentes que los grupos a favor, según un nuevo estudio que ha examinado las interacciones de casi 100 millones de personas en sus páginas. Los autores alertan del peligro que esto supone contra el nuevo coronavirus.
El equipo republicano de Donald Trump gastó unos 40 millones de euros en publicidad microsegmentada en Facebook, con 175.000 anuncios diferentes, durante la campaña electoral de 2016, lo cual le dio una ventaja respecto a su rival demócrata, que se tradujo en un 10% más de votantes. Así lo asegura un estudio llevado a cabo por varias universidades europeas.