Hasta el momento no se han realizado grandes estudios de carácter científico en torno al impacto de la crisis sobre las personas sin hogar. Un trabajo de la Universidad del País Vasco se ha ocupado de explicar cómo entre 2008 y 2012 la coyuntura laboral unida a los recortes en ciertas ayudas han cerrado la reincorporación de los ‘sin techo’ a la sociedad, en especial si son extranjeros.
Aunque formar parte de un grupo resulta positivo para el bienestar de las personas discriminadas, no es el caso de aquellas con VIH. Una investigación en la que participa la UNED revela que sentirse parte de ese colectivo perjudica la calidad de vida de sus miembros, al considerarse parte de un grupo estigmatizado de por sí.
¿Es posible acabar con la exclusión de los sin techo?