El mayor poder puede encerrarse en las cantidades más pequeñas. De la misma forma en que pequeñísimas concentraciones de una sustancia pueden acabar con la vida de una persona, hay otras que son imprescindibles para mantener la salud y curar numerosas enfermedades: son los elementos traza. Y las técnicas “detectivescas” que ha trabajado el grupo de Espectrometría Analítica y de Masas de la Universidad de Oviedo para rastrear estos esquivos elementos también les permite contribuir al desarrollo de nuevos tratamientos contra varias enfermedades, entre ellas la diabetes.