La tortuga boba puede aprender y recordar la firma magnética de una zona y realiza una ‘danza’ cuando se encuentra en un lugar que asocia con comida. La investigación, publicada esta semana en la revista Nature, presenta cómo las especies migratorias navegan utilizando el campo magnético de la Tierra.
En los próximos meses, la Oficina Española de Especies Migratorias del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) terminará la informatización de su archivo en papel sobre el anillamiento y seguimiento científico de aves, murciélagos y tortugas marinas, recopilados durante los últimos 50 años. La base de datos permitirá acceder a unos seis millones de registros a partir de 2010.