Científicos de España y EE UU han recuperado y analizado el ADN de 146 personas que habitaron las actuales Croacia y Serbia en el primer milenio. El trabajo corrobora que la migración eslava que llegó a la región a partir del siglo VI, durante el dominio romano, representó uno de los mayores cambios demográficos permanentes en el continente europeo, cuya influencia cultural perdura hasta hoy.