La gente con nivel socioeconómico medio-alto o mayores niveles de escolaridad que beben agua embotellada en lugar de agua del grifo también está expuesta a los contaminantes del agua potable. Esta conclusión es fruto del proyecto EPICURO, liderado por investigadores del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) y que forma parte de un estudio nacional del cáncer de vejiga.