Un grupo de investigación de la Universidad de Alcalá desarrolla un procedimiento analítico por electroforesis capilar que propone una betaína como marcador de adulteraciones en aceites de oliva con aceites de semilla. La principal ventaja del método es que sólo utiliza un compuesto –trigonellina– como marcador.
El grupo de “Electroforesis capilar con detección dual” del Departamento de Química Analítica y Análisis Instrumental de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha trabajado en el diseño de una nueva interfase para detección electroquímica, especialmente adecuada para ser acoplada a equipos comerciales de electroforesis capilar y que facilitará el empleo de este modo de detección de gran sensibilidad en análisis de rutina, al utilizar electrodos serigrafiados comerciales.
Investigadores del Departamento de Química Física Aplicada (Área de Ingeniería Química) de la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con el Instituto de Química Analítica de la Universidad de Leipzig (Alemania), han estudiado los límites de detección de la técnica de Electroforesis Capilar evidenciando su extraordinaria sensibilidad.