Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid y de la Universidad de Michigan (EEUU) han logrado establecer los principios fundamentales que gobiernan la disipación de calor en los circuitos eléctricos de tamaño atómico. El descubrimiento abre la puerta a la posibilidad de superar uno de los grandes retos actuales de la nanociencia: la refrigiración in situ de circuitos compuestos por átomos y moléculas individuales.
La electrónica molecular o moletrónica se encarga de estudiar la aplicación de moléculas de origen orgánico en la electrónica. Investigadores de la Facultad de Ciencias han detectado una variedad, que por sus propiedades, optimiza la circulación de los electrones.