Tras el dicho popular ‘dormir con un ojo abierto’ hay una explicación científica. Un equipo de investigadores en Estados Unidos ha descubierto que la primera noche que pasamos en otra cama un hemisferio del cerebro se mantiene más despierto durante el sueño. Por razones aún desconocidas, la parte vigilante siempre es la izquierda.
Dormir poco entre semana y mucho los fines de semana afecta negativamente al rendimiento académico y cognitivo de los adolescentes. Este jet lag social, es decir el desajuste entre el reloj biológico y el social, perjudica especialmente a las chicas, según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid. Hasta ahora ningún trabajo había analizado esta relación en jóvenes en un contexto cotidiano, fuera del laboratorio.
La electricidad, las tecnologías y la luz artificial son algunos de los motivos por los que se ha extendido la idea de que en la época contemporánea dormimos menos que en la preindustrial. Sin embargo, un nuevo estudio desmiente esta creencia: las sociedades premodernas tenían unos horarios de sueño similares a los nuestros.
Media hora de sueño ayuda a los menores de un año a asentar los conocimientos. Experimentos llevados a cabo en Alemania revelan que los niños que disfrutan de este pequeño descanso no solo retienen mejor la información, sino que la recuerdan 24 horas más tarde.
Dormir a pierna suelta cuenta desde hoy con un beneficio más. Un nuevo estudio realizado en ratones revela que durante el sueño el cerebro elimina ciertos residuos que acumula durante el día. Este hallazgo podría mejorar la comprensión de los efectos biológicos del sueño y apuntar nuevas formas de tratar los trastornos neurológicos.
Una hora de sueño durante el día mejora la memoria y el aprendizaje de los preescolares. Los resultados de un estudio en EEUU señalan que este descanso es un factor importante para consolidar conocimientos en las primeras etapas de la educación.
Quedarse dormido al lado de un Tiranosaurio rex, o con tiburones blancos merodeando alrededor, suena a aventura de película, pero es posible. Algunos museos abren sus puertas toda la noche para que pequeños y grandes puedan acampar en ellos. Los que tienen pesadillas, que no se preocupen, siempre pueden colocar su esterilla y su saco en el pasillo de las inofensivas mariposas o los inertes y brillantes minerales.
Una habitación completamente a oscuras parece ser una herramienta eficaz en la lucha contra la diabetes mellitus. Así lo indica un estudio de la Universidad de Granada (UGR), que muestra cómo de este modo se optimizaría la producción de melatonina, una hormona natural que segrega el propio cuerpo en la oscuridad. Los autores observaron que la administración crónica de melatonina sirve para controlar la diabetes al reducir la hiperglucemia y la hemoglobina glicada en ratas obesas diabéticas.
Un estudio conjunto de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Universidad Ramón Llull ha investigado la relación entre las horas y los hábitos de sueño, y el rendimiento académico de los niños de seis y siete años. Los expertos señalan que dormir menos de nueve horas, acostarse tarde y de forma irregular afecta a sus competencias académicas generales.
La secreción de melatonina alcanza su pico en la mitad de la noche. Foto: Tim Snell.