Muchas de las medidas adoptadas para frenar la infección del SARS-CoV-2, como mantener la distancia social, son mecanismos de protección habituales en el reino animal. Insectos, murciélagos, peces, langostas, ratones y monos, entre otros, comparten con nosotros comportamientos que evitan la propagación de patógenos.
Un nuevo estudio realizado en Escocia analiza el funcionamiento de las medidas anticovid dentro de los locales con licencia para vender alcohol y cuestiona si es posible prevenir eficazmente la transmisión del SARS-CoV-2.
Grandes simios, ratones, pájaros, peces, langostas, abejas y hormigas, protagonistas del #Cienciaalobestia, son algunos de los animales que toman medidas de distanciamiento entre individuos para prevenir la propagación de virus, bacterias, hongos y patógenos. Esas son las estrategias, muy parecidas a las humanas, que siguen muchos de ellos.
El SARS-CoV-2 nos ha obligado a distanciarnos. Según una revisión de estudios realizados en animales, desde monos hasta ratones, la ausencia prolongada de interacción social puede no solo perjudicar la salud mental, sino también aumentar el riesgo de mortalidad.