Las mezclas de lodos digeridos, como los residuos orgánicos compuestos, y no digeridos, como la carne o los restos de poda, pueden producir más de un litro de biogás por kilo de materia seca y día, según un estudio de investigadores de la Universitat Jaume I de Castellón. La técnica ayuda a disminuir la emisión de metano a la atmósfera.