En los últimos cinco siglos no solo han desaparecido algunas especies por culpa del hombre, también géneros completos de vertebrados, y todo a un ritmo 35 veces más acelerado que el del último millón de años. Así lo revela un estudio a gran escala donde se apunta que la sexta gran extinción podría ser más grave de lo que se esperaba.
El seguimiento de la ecolocalización, que es el sonido que emiten animales como los cetáceos para orientarse, se puede utilizar para rastrear los movimientos de delfines de agua dulce que habitan en zonas inaccesibles de la cuenca del Amazonas. Esto es lo que ha hecho un equipo del Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas de la Universidad Politécnica de Cataluña. Los resultados se han publicado en la revista Scientific Reports.