Una alineación de las naves Solar Orbiter, liderada por la ESA, y Parker Solar Probe, de la NASA, ha proporcionado las primeras medidas conjuntas de teledetección e in situ de la atmósfera exterior del Sol. Desde hace 65 años, la comunidad científica se pregunta por qué está mucho más caliente que la superficie de nuestra estrella, y su turbulencia parece ser la clave.
Los estudios teóricos ya lo predecían, pero ahora, por primera vez, esta sonda de la Agencia Espacial Europea y la NASA ha observado el fenómeno denominado switchback, un enorme y repentino repliegue con forma de S en el campo magnético del viento solar. El retroceso parece estar relacionado con regiones activas de la superficie del Sol.
La nave Parker Solar Probe ha conseguido volar a través de la atmósfera del Sol, la corona, convirtiéndose en la primera de la historia que lo consigue. Durante su incursión, ha tomado muestras de las partículas y analizado los campos magnéticos.
Ondas gigantes solitarias en el viento solar, campos magnéticos que se doblan, vientos lentos que surgen en las zonas ecuatoriales de nuestra estrella y nuevos datos sobre sus energéticas partículas. Estos son algunos de los resultados que ofrece la misión Parker Solar Probe de la NASA tras sus primeras aproximaciones al Sol.
Parker Solar Probe ha observado retrocesos o perturbaciones en el viento solar que hacen que el campo magnético se doble sobre sí mismo, un fenómeno aún inexplicable que podría ayudar a descubrir cómo se acelera el viento solar desde el Sol. / NASA's Goddard Space Flight Center/Conceptual Image Lab/Adriana Manrique Gutierrez
Cuando realice sus últimas tres órbitas, la sonda Parker pasará a tan solo 6,2 millones de kilómetros (3,9 millones de millas) de la superficie del Sol. De momento, los cuatro papers que se han publicado esta semana se basan en datos recogidos por la nave a 24 millones de kilómetros de nuestra estrella. / JPL-Caltech/NASA - SINC
Las ondas magnéticas del interior del Sol se van amplificando a medida que emergen debido a cambios térmicos y al efecto de un 'resonador acústico', lo que explica que la temperatura de la corona solar, aunque esté más lejos de la fuente de calor, sea mayor que la de la superficie de nuestra estrella. Así lo revela un estudio internacional en el que participa el Instituto de Astrofísica de Canarias.
Este sábado está previsto que despegue la misión Parker Solar Probe de la NASA rumbo al Sol. La nave se aproximará como ninguna otra a nuestra estrella para investigar su corona, el viento solar y sus energéticas partículas. Un potente escudo térmico protegerá sus instrumentos de temperaturas que rondan los 1.377 ºC.
Desde hace más de un siglo se observan gigantescos chorros de plasma saliendo disparados de la superficie del Sol: las espículas. Ahora un equipo internacional de astrofísicos, liderado por un español, ha descubierto que se forman por las interacciones entre los campos magnéticos y el gas parcialmente ionizado de la atmósfera solar. Las observaciones de un telescopio de Canarias, otro de la NASA y avanzadas simulaciones por ordenador han permitido el hallazgo.