Cuando hay mucha humedad, los cristales que forman un copo de nieve adoptan formas fascinantes. En atmósferas secas, su apariencia es más sencilla, con prismas hexagonales. Lo que intriga a los científicos es por qué estos prismas se transforman en columnas o en cuerpos chatos cuando bajan los grados. Un equipo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid ha dado un paso más para descifrar el enigma.
Las columnas de la Plaza Mayor de Madrid presentan diferente grado de deterioro en función de su orientación. Investigadores del Instituto de Geociencias (centro mixto de la Universidad Complutense de Madrid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas) han averiguado que el daño en forma de escamados y desplacados se debe a las microfisuras del material, originadas tras su proceso de formación.