Un equipo de investigadores del Instituto INGENIO (CSIC-UPV) y la Universidad de Oslo han analizado un total de 103 regiones europeas y ha concluido que aunque en general la desigualdad parece disminuir al aumentar las habilidades digitales de la población, si se analiza por grupos concretos, esta disminución solo se da entre las clases media y alta.
En España, uno de los países con tasas de fracaso escolar más alto de la UE, la diferencia de clase perjudica a los estudiantes con peores resultados. Un estudio concluye que la probabilidad de que un alumno con malas calificaciones siga con sus estudios después de los 16 años es del 56% si proviene de clases aventajadas, frente al 20% si el cabeza de familia es un trabajador no cualificado.