Lo vimos en Jurassic Park: un dinosaurio mediano desplegaba un espectacular cuello para intimidar a uno de los personajes de la cinta. El animal no era real, pero se inspiraba en un reptil que sí lo era: el clamidosaurio de King. Ahora, un equipo de científicos ha descubierto cómo surge esta llamativa característica en la fase embrionaria del lagarto, protagonista de #Cienciaalobestia.