Científicos de la biotecnológica estadounidense eGenesis han modificado genomas porcinos para eliminar genes codificantes de antígenos, añadir transgenes humanos e inactivar virus endógenos, con el objetivo de crear riñones humanizados. Una vez trasplantados a macacos, han logrado aumentar su supervivencia, e incluso uno de los ejemplares vivió 758 días.
Los que conocen la historia de las enfermedades infecciosas saben que la epidemia actual por SARS-CoV-2 no es un fenómeno raro. No es necesario que científicos locos fabriquen virus para infectar a la humanidad. El estudio de varios coronavirus de los cerdos, que aparecieron en las granjas de todo el mundo desde los años 80, permite sacar varias conclusiones sobre la actual COVID-19.
Hace 1,8 millones de años los jabalís de la especie Sus strozzi que habitaban Europa desaparecieron, probablemente para refugiarse en el sureste asiático por la pérdida de su hábitat. No vuelven hasta más de 600.000 años después, según revelan los restos hallados ahora en dos yacimientos de Tarrasa (Barcelona).
La resistencia a antibióticos es considerada una de las mayores amenazas para la salud y no solo afecta al ser humano. Una investigación internacional en la que participa la Universidad Complutense de Madrid ha recorrido más de 350 granjas de pollos y cerdos de nueve países de la Unión Europea y ha identificado, utilizando herramientas genómicas, 407 genes de resistencia a antibióticos en los más de 9.000 animales analizados.
Los órganos de los cerdos son especialmente compatibles para ser trasplantados a los humanos, con los que comparten más del 90% de sus genes, pero la presencia de retrovirus endógenos porcinos en el genoma del animal lo hace inviable. Ahora la tecnología de edición genética CRISPR Cas9 ha permitido por primera vez inactivar los genes de estos virus latentes en embriones de cerdos para que, finalmente, los lechones nazcan sin infección.
La mayoría del ganado bovino y porcino es inseminado artificialmente, incluso en las granjas más tradicionales. Con los años, la técnica ha mejorado mucho, sobre todo en cuanto a la conservación del semen extraído, a la que se une, además de la refrigeración, el uso de diluyentes. Un experimento en cerdos analiza por primera vez la eficacia de estos productos, una información de gran relevancia para la industria porcina.
Investigadores del Centre de Recerca en Sanitat Animal han demostrado por primera vez que la viremia de los denominados TTSuV o 'torque teno sus virus' en los cerdos puede controlarse con una inmunización combinada de ADN y proteína durante la infección natural. Estos pequeños virus por sí mismos no se consideran patogénicos pero pueden infuir en el desarrollo de algunas enfermedades.
Investigadores del Centre de Recerca en Sanitat Animal han demostrado que es posible proteger a los cerdos frente al virus de la peste porcina africana. Son las conclusiones de un estudio publicado en la revista PLoS One. Desde su entrada en Georgia en el año 2007, el virus se expande sin demasiado control por países colindantes
Los Drs. Fernando Rodríguez y Joaquim Segalés, del CReSA, han publicado un artículo en la revista Vaccine que demuestra la utilización de la larva del insecto Trichoplusia ni para producir la proteína recombinante de la cápside del circovirus porcino tipo 2 (PCV2) y el uso de esta proteína en una vacuna experimental frente a PCV2 con un coste de producción muy reducido.