Aunque afectan a millones de personas en todo el mundo, las erupciones volcánicas solo se pueden prever con pocas horas de antelación. Un equipo de vulcanólogos aporta ahora nuevas evidencias para comprender mejor las condiciones de almacenamiento del magma, un ingrediente esencial para futuros modelos de predicción precisos y fiables sobre el momento, el tipo y la duración de las erupciones.
Las cenizas procedentes de combustión de biomasa arbórea son un buen fertilizante para las plantaciones de Pinus radiata, según una investigación llevada a cabo por Neiker-Tecnalia. La ceniza que se ensayó no mostró toxicidad y químicamente se caracterizó por poseer un pH alto, pero no corrosivo y un contenido adecuado de magnesio como fertilizante, señala la institución.