Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han estudiado distintos escenarios climáticos en los ríos de la cuenca del Duero para determinar la viabilidad de las poblaciones de truchas ibéricas. Según sus resultados, el calentamiento global llevará a una reducción de hasta el 56% del hábitat térmico de la trucha en el río Cega y un 11% en el Pirón, en el peor de los escenarios.