Un estudio, liderado por ISGlobal Blarcelona, ha revisado al alza las estimaciones hechas hasta ahora sobre los fallecimientos asociados a temperaturas récord que soportó el continente europeo en los meses estivales del año pasado.
Los expertos de la agencia estadounidense alertan de que 2023 tiene de un 50 % a un 80 % de probabilidades para convertirse en el año más cálido jamás registrado y el 2024 podría ir en la misma dirección. Además, también señalan que los aumentos en las temperaturas de los océanos provocan más fenómenos meteorológicos extremos.
La Organización Mundial de la Salud está desarrollando, en colaboración con la Organización Meteorológica Mundial, un sistema de vigilancia para los grupos más vulnerables por amenazas derivadas del calor extremo.
La olas de calor extremo, cada vez más tempranas e intensas, están entre las amenazas climáticas más letales. Se ha calculado que el verano pasado provocaron 60.000 muertes adicionales únicamente en Europa. La Organización Meteorológica Mundial vaticina que estos episodios seguirán aumentando, incluso durante la noche cuando implican más riesgos para la salud humana, afirman los expertos.
Científicos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han seleccionado 262 observatorios europeos que han analizado las series de temperaturas mínimas y máximas diarias de 1955 a 1998 para estimar las variaciones de tendencia en los eventos de temperatura extrema. Según el estudio, en Europa los días de frío extremo disminuyen y los de calor extremo aumentan: de 0,5º a 1ºC en la temperatura mínima media, y de 0,5º a 2ºC en la temperatura máxima media.