Científicos del Instituto Max Planck de Ecología Química en Jena (Alemania) han resuelto un caso de fraude pendiente desde hace 40 millones de años. La planta Arum palaestinum, también conocida como ‘cala negra’, atrae a los drosofílidos (moscas del vinagre) para que actúen como polinizadores y emitan moléculas olorosas que se parecen a las que se producen durante la fermentación alcohólica de la fruta podrida.