Un estudio, en el que ha participado el Centro de Regulación Genómica, demuestra que estas células derivadas de células madre son capaces de imitar tanto la estructura como la función de los islotes pancreáticos normales. Además, son capaces de controlar eficazmente el metabolismo de la glucosa en ratones, lo que supone un paso más en el tratamiento de la diabetes.
Un equipo internacional de investigadores ha descrito cómo secuencias del ARN que no codifica para proteínas desempeñan un papel clave en la expresión de determinados genes de las células beta del páncreas. Dichos genes están involucrados en el desarrollo de diferentes formas de diabetes.