Los niños de tres años controlan sus impulsos prácticamente de la misma forma que lo hacen los chimpancés, una situación que es distinta cuando los menores cumplen seis años, al registrar una mayor capacidad de autocontrol. Así lo revela un estudio en el que participa la Universidad Complutense de Madrid. La enseñanza por parte de los adultos y la cultura humana podrían explicar este cambio evolutivo.
Un equipo de investigadores estadounidenses ha realizado un estudio que demuestra que el autocontrol se puede potenciar si contextualizamos los efectos en el tiempo de nuestras tentaciones. Los científicos realizaron un experimento que demostró que escoger entre una recompensa monetaria inmediata menor y otra lejana aunque superior depende de la formulación de las preguntas.
Las especies con cerebros más grandes tienen más autocontrol que las especies con cerebros pequeños, según un estudio liderado por la Universidad Duke (EE UU). Asimismo, la variedad en la dieta parece haber actuado como una presión selectiva para favorecer dicho autocontrol.