En nuestros cuerpos hay dos tipos de material genético. Uno es el que se encuentra en el núcleo de la célula, compuesto por 3.000 millones de pares de bases (ADN nuclear). El otro está dentro de las mitocondrias, con 16.000 pares de bases (ADN mitocondrial). En el marco del XVII Congreso Mundial de la Unión Científica Internacional de Ciencias Prehistóricas y protohistóricas el experto de Svante Pääbo, del Max Planck (Leipzig, Germany) ha anunciado que han conseguido muestras del ADN nuclear de fósiles encontrados en la Sima de los Huesos de Atapuerca.
Investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana Evolución Social (IPHES) y la Universidad Pompeu Fabra han analizado el ADN mitocondrial de fósiles de Homo sapiens de la cueva de El Mirador, en Atapuerca, de hace entre 4.760 y 4.200 años. Los resultados revelan que aquellos individuos tenían afinidades genéticas con los de Oriente Próximo y Alemania.
Un estudio realizado a partir de restos fósiles encontrados en una cueva gibraltareña concluye que los neandertales cazaban palomas de forma habitual como parte de su dieta. Hasta ahora, la explotación sistemática de aves estaba considerada una práctica exclusiva de la conducta humana moderna.
Cráneos de hiena rallada y jaguar europeo. / Jesús Rodríguez / CENIEH
Un trabajo de investigadores españoles revela que la discontinuidad de la presencia de homínidos en los yacimientos de Atapuerca (Burgos) hace 600.000 años pudo deberse a la competencia con carnívoros como el jaguar y la hiena. Los científicos han desarrollado un modelo matemático que estima los recursos cárnicos que podían obtenerse de los herbívoros y simular su distribución entre depredadores y carroñeros.
Hoy ha acabado la campaña de excavación de verano en el yacimiento arqueológico de Atapuerca (Ibeas de Juarros, Burgos). Los resultados logrados en el enclave de Fuente Mudarra, refuerzan la idea de que los yacimientos de los alrededores de la sierra pueden tener un enorme potencial, con multitud de campamentos de la época de los neandertales, según los investigadores.
La acumulación de cadáveres humanos en la Sima de los Huesos, en la Sierra de Atapuerca, es una de cuestiones que suscita más interés entre los investigadores. En este yacimiento se han localizado restos de al menos 28 individuos de hace cerca de 430.000 años, según las nuevas dataciones llevadas a cabo, junto con fósiles de cientos de osos y otros carnívoros. Pero, ¿cómo llegaron aquí todos estos cadáveres?
Una investigación que publica hoy la revista Science da a conocer el análisis de 17 cráneos del Pleistoceno Medio hallados en la Sima de los Huesos de Atapuerca (Burgos); entre ellos, siete nuevos. Sus resultados indican que los cambios en la cara fueron los primeros pasos en la evolución del linaje neandertal.
Miembros del Equipo de Investigación de Atapuerca y de la Universidad de Burgos acaban de publicar en la revista Journal of Anthropological Sciences el caso mejor documentado de raquitismo y escorbuto en la Prehistoria. El hallazgo ha sido posible gracias al estudio de los restos de hace 5000 años de un niño o niña encontrados en el yacimiento del Portalón de Cueva Mayor.
Una de las cuestiones de los yacimientos de Atapuerca que genera más debate científico es la datación de los estratos donde se hallan los fósiles. Por ello, investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana –entre otros– se afanan en ajustar las fechas. Un estudio publicado por el Journal of Archaeological Science ha precisado que el sedimento de la Gran Dolina donde se hallaron en 1994 los primeros restos de Homo antecessor tiene una antigüedad de 900.000 años.