Por primera vez un estudio confirma que los hombres y las mujeres que beben alcohol de forma continuada sufren en mayor medida obesidad abdominal, un factor conocido por su peligrosa relación con la mortalidad en adultos. El efecto del alcohol en la grasa acumulada es mayor en el caso de la cerveza que en el del vino, aunque ambos tienen un marcado efecto sobre esta adiposidad.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han participado en un estudio que sugiere que un mayor nivel socioeconómico de las familias implica una mejor condición física de los adolescentes, junto con un menor porcentaje de grasa corporal.