Un nuevo estudio, publicado en Environmental Health Perspectives, analiza los accidentes con víctimas en episodios de calor en Cataluña entre 2000 y 2011. Liderado por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental, el trabajo concluye que las olas de calor y el aumento de la temperatura incrementan los accidentes automovilísticos que involucran factores de rendimiento asociados a la conducción.
El sistema DRIVSCO, en el que han participado seis países europeos, detecta cuándo el conductor tiene un “comportamiento no habitual” frente a una curva o un obstáculo en la carretera, y genera señales de alarma. El 42% de los accidentes de tráfico mortales se producen de noche, según datos del Comisariado Europeo del Automóvil.