Desde que estalló la epidemia del SARS-CoV-2, la salud y el bienestar de las personas han estado en el punto de mira pero, ¿qué ocurre con nuestros animales de compañía? A pesar de haber detectado un caso de coronavirus en un perro sin síntomas en China, por ahora no existen evidencias de que las mascotas contagien ni sean infectadas por el virus. Los expertos recuerdan, además, que el abandono nunca es la solución.
Los programas de seguimiento a largo plazo del Observatorio del Cambio Global de Sierra Nevada han detectado cambios significativos en el clima que afectan al carácter alpino de este enclave considerado uno de los hotspots de la biodiversidad más importantes de la región mediterránea. Este área montañosa alberga un total de 2.100 especies de plantas vasculares, representando el 25% de la flora de España y el 20% de Europa, lo que le confiere el carácter de laboratorio natural donde estudiar los impactos del cambio global.
En los meses posteriores a las Navidades, perreras municipales y protectoras de animales españolas ven un aumento en el número de abandonos de perros y gatos. Para muchos, su vida acaba en el momento en el que sus dueños se desprenden de ellos. Pero veterinarios, protectoras y voluntarios luchan para que estos animales abandonados –y casi siempre maltratados– tengan una segunda oportunidad.
Apenas un 22% de los pacientes estudiados cumplió con el tratamiento.
Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y de la Universidad de Jaén (UJA) crean un modelo estadístico para calcular la probabilidad de abandono de los estudiantes universitarios y ayudar a crear planes estratégicos que reduzcan la tasa de alumnado que deja sus estudios.
De las 23 variables estudiadas, el rendimiento, éxito y nota media están muy asociadas con el abandono de los estudios universitarios.
Investigadores del grupo Áreas Dinámicas Naturales y Antrópicas (ADINA) de la Universidad Pablo de Olavide han realizado un estudio del impacto de proyectos urbanísticos abandonados en las zonas costeras españolas.