Este observatorio espacial de rayos X de la ESA ha sorprendido a un agujero negro que, como un niño pequeño alterado, no solo expulsa su comida, sino que tira todo: el gas de su disco de acreción sale despedido en todas direcciones, a tal velocidad que hace desaparecer el material interestelar circundante. Esto impide la formación de nuevas estrellas en una vasta región de su galaxia, llamada Markarian 817.
Astrónomos planetarios han observado por primera vez el mecanismo al completo de cómo suceden y funcionan estas auroras. Plantean que este proceso también podría estar ocurriendo en otras partes del sistema solar, como Urano o Saturno, o incluso en exoplanetas.
Solo un 5% de nuestro universo está constituido por materia ‘ordinaria’, la que supuestamente conocemos, pero incluso este pequeño porcentaje es difícil de rastrear. Hace décadas que los astrónomos buscan dónde se esconden en el cosmos más de la mitad de los bariones, partículas como los neutrones y protones, y con la ayuda del observatorio espacial XMM-Newton de rayos X los han encontrado: en el ardiente gas intergaláctico.
Las auroras boreales y australes de Júpiter funcionan de forma independiente.
La Agencia Espacial Europea ha presentado una aplicación web para que los investigadores y aficionados a la astronomía puedan consultar los datos públicos de sus misiones científicas. La herramienta se llama ESASky y la información la facilita el Centro Europeo de Astronomía Espacial desde España.
Cerca de 90 científicos de 14 países, entre ellos investigadores de la Universidad de Zaragoza, han presentado al Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) la propuesta para construir ahí el detector IAXO, que buscaría materia oscura mediante la detección del axión, una extensión del modelo estándard de la física. El comite científico del CERN ha recomendado elaborar su diseño técnico, un documento que podría estar listo en tres años.