La NASA restablece contacto con la misión STEREO
Con un smartphone y la aplicación gratuita Ahmes cualquier persona interesada en la ecología puede medir cómo inciden los rayos del sol en las hojas de un árbol. La herramienta, diseñada por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, se ha utilizado para calcular la superficie de las hojas que están expuestas al sol en dos poblaciones de olivos.
Corona Solar y fondo de estrellas en el eclipse del 1 de agosto de 2008, observado desde Rusia. / J.C. Casado
Mediante la disposición de las ramas y las hojas, el olivo puede controlar la luz que llega al interior de su copa, asegurando unas condiciones lumínicas homogéneas a lo largo del día y de las estaciones. Esta cualidad, desconocida hasta ahora, se ha registrado en dos poblaciones de olivos de Madrid y Menorca, tal y como revela un estudio dirigido por la Universidad Complutense de Madrid y en el que participa la Universidad de Granada.
El conocimiento de la radiación solar que alcanza la superficie de la Tierra es un factor clave que afecta a campos como la agricultura, la ecología o la hidrología. Investigadores de la Universidad de Valladolid y de la Universidad Complutense de Madrid han desarrollado un método para estimar la radiación solar global diaria a partir de los registros mensuales.
En los próximos años, numerosas misiones espaciales se han puesto como objetivo llegar a Marte. Una de ellas, MetNet, contempla instalar estaciones de observación en la superficie marciana y medir la radiación solar. Un equipo internacional de científicos, en el que participa la Universidad Complutense de Madrid, ha diseñado un modelo para calcular este tipo de radiación, un parámetro esencial en los futuros viajes tripulados al planeta rojo.
Los aficionados a la astronomia ya pueden visualizar de forma gratuita los secretos de la física solar y las posibilidades que se abren con el descubrimiento de los cada vez más numerosos exoplanetas. Son los temas que abordan los dos primeros capítulos de la serie audiovisual que presenta por YouTube y otros canales el Instituto de Astrofísica de Canarias.
Los índices que usan los científicos para valorar las perturbaciones geomágneticas del Sol sobre la Tierra no detectan algunos de estos eventos, que pueden poner en riesgo las redes eléctricas y de comunicaciones. Así lo reflejan las observaciones del Observatorio Magnético de Tihany (Hungría), donde se registró una tormenta solar similar a la más grande conocida sin que otros observatorios se dieran cuenta.