El Instituto de Biotecnología de León (Inbiotec) ha creado una línea de investigación con la que pretende explorar la capacidad productiva de hidrógeno de dos bacterias, llamadas Clostridium cellulolyticum y Rhodobacter capsulatus. Ambos microorganismos liberan hidrógeno de forma residual. Este elemento está considerado una fuente de energía explotable en el futuro.