Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, el Centro de Investigación Forestal (CIFOR) del INIA y la Universidad de Córdoba han demostrado que la aplicación de técnicas de espectroscopia infrarroja permite mejorar el control de los parámetros que determinan el comportamiento del corcho en la botella. Una parte importante de la variabilidad de los tapones se debe al origen de la materia prima.