Investigadores del Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” han identificado un mecanismo molecular que, tras ser manipulado, aumentó en ratas de laboratorio la capacidad de aprender y retener información espacial. Los autores afirman que estímulos del exterior pueden provocar que algunas sinapsis se potencien, mientras otras se debilitan.
La variedad de bacterias del intestino no depende tanto de la comida que se ingiere como de la especie de animal que les alberga.