La reconstrucción de las tormentas en el Mediterráneo occidental ha permitido entender año a año las fluctuaciones del clima mediterráneo desde el 763 a.C. hasta el 2012. Los datos, obtenidos a partir de los registros sedimentarios del lago Montcortés en Lleida, confirman que el final de la presencia de los romanos en la Península (entre los años 370 y 670) coincidió con los tres siglos más secos, en los que apenas hubo tormentas.
El estudio de los neutrinos en el experimento T2K, situado en Japón, abre la puerta para entender por qué el universo está hecho de materia y no de antimateria. En él participan más de 500 investigadores de 12 países, entre los que se encuentran dos grupos españoles, el Institut de Fìsica d’Altes Energies (IFAE, consorcio Generalitat de Catalunya-Universitat Autònoma de Barcelona) y del Institut de Fìsica Corpuscular (IFIC, CSIC-Universitat de València).
Investigadores del experimento OPERA en el laboratorio del Gran Sasso, dependiente del Instituto Nacional de Física Nuclear (INFN, Italia), anunciaron el 31 de mayo la primera observación de una partícula tau en un haz de neutrinos del tipo muon enviado a través de la Tierra desde el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), a 730 kilómetros de distancia en Ginebra (Suiza).
Investigadores estadounidenses han estudiado el registro del clima global de los últimos 1.500 años para demostrar en un estudio, que se publica ahora en Science, que los fenómenos como El Niño y la llamada Oscilación del Norte del Atlántica están relacionados con los intervalos regionales de calor y frío de ese periodo. Los científicos señalan que estos resultados ayudarían a evaluar los efectos del cambio climático actual.