Hace un año la sonda japonesa Hayabusa2 dejó caer sobre la Tierra un contenedor con las muestras que había recogido en Ryugu. Tras su análisis, se ha constatado que este asteroide refleja muy poco la luz, es muy poroso y está constituido por una ‘arcilla’ hidratada con elementos orgánicos incrustados, entre otros componentes.
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) ha lanzado hoy la sonda Hayabusa 2 desde el centro espacial de Tanegashima, al suroeste del país. La nave recorrerá 300 millones de kilómetros para posarse en un asteroide llamado 1999 JU3, recoger muestras y traerlas de vuelta a la Tierra en 2020. Los resultados ofrecerán nuevos datos sobre el origen del sistema solar y la vida en la Tierra.
Este mes la sonda europea Rosetta ha hecho historia al ser la primera en orbitar un cometa y, con algunos tropiezos, aterrizar en él. Hace nueve años, la sonda japonesa Hayabusa ('halcón peregrino') también marcó un hito cuando llegó a un asteroide, pero además, recogió muestras y las trajo a la Tierra. En pocos días su sucesora, Hayabusa-2, despegará con una misión: mejorar la hazaña y no repetir los fallos del pasado. El lanzamiento, previsto para el 30 de noviembre, se ha retrasado al 3 de diciembre por causas meteorológicas.