A pesar de su abundancia e importancia en los ecosistemas, los fósiles de estos mamíferos son escasos por la fragilidad de los huesos. En Canarias, con un vulcanismo activo, la preservación es aún más difícil. El hallazgo de los primeros restos de las dos especies endémicas del archipiélago, ahora en estado vulnerable, permitirá conocer mejor su origen y mejorar su conservación actual.
La colonización de las islas ha causado cambios irreversibles que siguen siendo constantes siglos después. Una nueva investigación, que ha cuantificado el impacto humano a través del estudio del polen de hace 5.000 años, revela que las alteraciones de la vida vegetal por la colonización humana son once veces mayores que las debidas al clima.
La secuenciación del genoma de más de 300 personas de la región del Pacífico revela cómo comenzaron a colonizar Oceanía hace unos 45.000 años. En el camino, desde África y atravesando Eurasia, se cruzaron con otras especies humanas que dejaron mutaciones y adaptaciones inmunitarias útiles para sobrevivir en entornos isleños.
Hace algo menos de 100 años, los sapos guturales fueron introducidos desde el continente africano en las islas de Mauricio y La Reunión, en el océano Índico. En ese tiempo el tamaño de estos anfibios isleños, protagonistas del #Cienciaalobestia, se ha reducido hasta en un tercio en comparación con sus homólogos sudafricanos.
Científicos del Real Jardín Botánico de Madrid en colaboración con investigadores de Ecuador y EE UU han realizado el primer estudio evolutivo con datos genéticos del género Scalesia, unas plantas también conocidas como las margaritas gigantes de Darwin en las islas Galápagos.
Utilizando ADN antiguo de más de 93 isleños del Caribe, un equipo internacional de científicos, con participación española, ha descubierto que hace miles de años la región fue inicialmente colonizada y reasentada al menos tres veces desde diferentes partes del continente americano. Sin embargo, hubo poco mestizaje entre los primeros pobladores de las islas del Caribe.
Las especies de pájaros que viven en islas han evolucionado hacia cerebros más grandes que sus parientes del continente. Las condiciones insulares han favorecido la selección de esta característica, una vez colonizada la isla para permitir afrontar mejor los cambios ambientales. Así lo explica un estudio liderado por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales.
En el deshabitado archipiélago de Chagos, en medio del océano Índico, las ratas llegadas con los europeos en el siglo XVIII se han hecho dueñas de la mayoría de las 55 islas. Según un estudio, presentado en el Euroscience Open Forum, la presencia de los roedores altera por completo el ecosistema del territorio y provoca un efecto en cadena que perjudica a las aves marinas, y a los peces de los arrecifes de coral.
Durante los últimos 40 años, el número total de pingüinos Adelia, una de las especies más comunes en la península antártica, ha disminuido de forma constante. O eso es lo que creían los biólogos. Un equipo científico acaba de anunciar el hallazgo de una colonia de más de un millón y medio de ejemplares de esta especie en los islotes Peligro, un archipiélago rocoso situado al norte de la Antártida. Lo sorprendente es que esta población no solo es la mayor del continente, sino que no parece haber sufrido un declive.
Costa de la Isla de Trinidad. / João Luiz Gasparini