Un estudio estadounidense revela que la intensidad y frecuencia de los ataques en una guerra se puede predecir según el tiempo transcurrido y el número de muertes registradas en los primeros días de combate. Los investigadores defienden que su estudio no solo es útil para planificar la estrategia militar, también puede aplicarse a las ciberguerras e incluso al ataque de los microorganismos contra el sistema inmunológico.