Poco después de que la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer diera a conocer sus resultados sobre carcinogeneidad de la carne roja y la procesada, los titulares sensacionalistas se sucedieron: “La OMS dice que las salchichas y el bacon son cancerígenos”. Aunque para los científicos pueda ser clara, no se trata de una clasificación fácil. La clave está en entender no solo qué significa “cancerígeno para los humanos” sino también en cómo se hace y en qué se basa esta clasificación.
En menos de dos décadas y en todo el planeta, la Organización Mundial de la Salud prevé un incremento del 75% de las enfermedades oncológicas. Las causas son los malos hábitos en los países occidentales, y las infecciones en los países más desfavorecidos.
La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) afirmaba ayer que la radiación de los teléfonos móviles podría ser cancerígena. Uno de sus investigadores, Robert Baan, explica a SINC que, en su opinión, se deberían adoptar medidas para reducir la exposición en niños. Aun así, Baan recalca que la tecnología ha mejorado mucho desde que se realizaron estos estudios.
La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado los campos de radiofrecuencia emitidos por los teléfonos móviles como “posiblemente cancerígenos”. Desde el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad solicitan “precaución” con esta información.