Un compuesto presente en la leche materna, llamado factor de crecimiento fibroblástico 21 (FGF21), desempeña un papel clave en la absorción de nutrientes y la regulación de la función intestinal de los recién nacidos. Asimismo, contribuye a mejorar su crecimiento durante las primeras semanas de vida, así como su perfil metabólico, según un estudio publicado en la revista Scientific Reports.
La FGF21, una hormona que reduce los niveles de glucosa, también tiene un efecto cardioprotector en ratones de laboratorio. Así concluye una nueva investigación, publicada en la edición digital de Nature Communications, que ha sido liderada por Francesc Villarroya, director del Instituto de Biomedicina de la Universidad de Barcelona.