El estudio abre una nueva vía en la investigación de futuras alternativas terapéuticas para controlar el virus de inmunodeficiencia Humana (VIH) y la propia enfermedad del sida. Por primera vez se demuestra que la producción de las moléculas α-defensinas 1-3 por las células dendríticas retrasa la progresión de la infección. Cerca un 5% de pacientes son capaces de controlar de manera natural la infección sin terapia antiretroviral.