La alargadísima órbita de El Duende o 2015 TG387, un planeta enano que se mueve por los confines del sistema solar, ha hecho pensar a sus descubridores que está influenciada por un desconocido planeta X. Sin embargo, otros astrónomos consideran que los movimientos de este y otros objetos extremos se puede explicar por procesos de difusión orbital peculiares o simples sesgos observacionales.
Astrónomos estadounidenses han descubierto un planeta enano de unos 300 km de diámetro y bautizado como ‘El Duende’ en los confines del sistema solar. La órbita alargada de este objeto parece estar guiada por el misterioso noveno planeta que, según creen los científicos, podría existir más allá de Plutón.
El año pasado se anunció la existencia de un planeta desconocido en nuestro sistema solar, pero después esta hipótesis se ha puesto en entredicho al detectarse sesgos en los datos observacionales. Ahora astrónomos españoles han utilizado una novedosa técnica para analizar las órbitas de los llamados objetos transneptunianos extremos, y vuelven a insistir en que algo los perturba: un planeta situado a entre 300 y 400 veces nuestra distancia al Sol.
El Gran Telescopio CANARIAS ha permitido observar por primera vez con técnicas espectroscópicas dos objetos transneptunianos extremos: 2004 VN112 y 2013 RF98. Las propiedades dinámicas de este par de asteroides sugieren que tienen un origen común y algo más importante: la existencia más allá de Plutón de un planeta desconocido en el sistema solar.
En la carrera hacia el descubrimiento de un noveno planeta en nuestro sistema solar, científicos de todo el mundo se afanan en calcular su órbita con las pistas que ofrecen los pequeños cuerpos que se mueven más allá de Neptuno. Ahora astrónomos españoles y de la Universidad de Cambridge han comprobado, con nuevos cálculos, que las órbitas de los seis objetos transneptunianos que han servido de referencia para anunciar la existencia de un Planeta Nueve no son tan estables como se pensaba.